A gratidão cresce no encontro com Jesus


Da mensagem do papa Francisco na audiência geral de 30 de dezembro de 2020

"Os Evangelhos testemunham que a passagem de Jesus muitas vezes suscita alegria e louvor a Deus em quem o encontra", afirma o papa Francisco, que, recordando a passagem dos dez leprosos, adiciona: "todos ficaram felizes por terem recuperado a saúde, podendo partir daquela quarentena forçada sem fim que os excluía da comunidade. Mas entre eles há um que acrescenta alegria à alegria: além da cura, está feliz pelo encontro com Jesus. Ele não só está livre do mal, mas agora também tem a certeza de ser amado."

Podemos localizar esse evangelho em nosso contexto de Covid-19: quantas pessoas que saíram da quarentena foram curadas e não agradeceram a ninguém, ou quantas vezes não agradecemos a ninguém; quantas vezes acreditamos que fazemos tudo com nossas próprias forças.

"Cultivemos a alegria (...), procuremos estar sempre na alegria do encontro com Jesus (...). Se estamos em Cristo, nenhum pecado e nenhuma ameaça nos pode impedir de continuar o caminho com alegria, junto com tantos companheiros de viagem”.

"Não deixemos de ser gratos: se somos portadores de gratidão, o mundo também se torna melhor, talvez só um pouco, mas é suficiente para transmitir um pouco de esperança. O mundo precisa de esperança e com gratidão, com esta atitude de agradecimento, transmitimos alguma esperança. Tudo está unido e conectado, e todos podem fazer sua parte onde quer que estejam. O caminho da felicidade é o que São Paulo descreveu no final de uma das suas cartas: «Rezar constantemente. Agradeça em tudo, porque é isso que Deus, em Cristo Jesus, quer de você. Não extingais o Espírito» (1 Tes 5,17-19)".


[Versión en español]


Tomado del mensaje del papa Francisco en la audiencia general del 30 de diciembre de 2020

"Los Evangelios testifican que el paso de Jesús suscita a menudo alegría y alabanza a Dios en aquellos que lo encontraban", afirma el papa Francisco, que, recordando el pasaje de los diez leprosos, añade: "todos estaban felices por haber recuperado la salud, pudiendo así salir de esa interminable cuarentena forzada que les excluía de la comunidad. Pero entre ellos hay uno que a la alegría añade alegría: además de la sanación, se alegra por el encuentro sucedido con Jesús. No solo está libre del mal, sino que ahora también posee la certeza de ser amado."

Podemos ubicar este evangelio en nuestro contexto de Covid-19: cuántas personas que salieron de la cuarentena fueron curadas y no agradecieron a nadie, cuántas veces nosotros mismos no damos las gracias a nadie; cuántas veces creemos que hacemos todo con nuestras propias fuerzas.

"Cultivemos la alegría (...), tratemos de estar siempre en la alegría del encuentro con Jesús (...). Si estamos en Cristo, ningún pecado y ninguna amenaza nos podrán impedir nunca continuar con alegría el camino, junto a tantos compañeros de viaje.".

"Sobre todo, no dejemos de agradecer: si somos portadores de gratitud, también el mundo se vuelve mejor, quizá solo un poco, pero es lo que basta para transmitirle un poco de esperanza. El mundo necesita esperanza y con la gratitud, con esta actitud de decir gracias, nosotros transmitimos un poco de esperanza. Todo está unido, todo está conectado y cada uno puede hacer su parte allá donde se encuentra. El camino de la felicidad es el que San Pablo ha descrito al final de una de sus cartas:  «Orad constantemente. En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de vosotros. No extingáis el Espíritu» (1Ts 5,17-19)."

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